Los europeos no inventaron la desigualdad en Hispanoamérica

"Quipu"
Según un punto de vista que disfruta de gran aceptación, el retraso económico de Hispanoamérica se debe en buena medida al legado colonial de los europeos, particularmente a causa de las “instituciones extractivas” que favorecieron la concentración del poder y la explotación de las poblaciones nativas a partir del siglo XVI. Esta historia institucional explicaría por qué el desequilibrio estructural de estos países aún continúa en el presente.

Las ideas de economistas como Daron Acemoglu, en particular, satisfacen por lo menos dos expectativas ideológicas típicas de nuestro tiempo. Digamos que una es genérica y otra es específica. Genéricamente, la hipótesis de la explotación responsabiliza al colonialismo europeo en general, una idea que encaja bien con la “cultura de culpa” del continente. Específicamente, responsabiliza al imperio español, frente a las estrategias institucionales aparentemente más racionales del imperio anglosajón.

Dácil-Tania Juif y Joerg Baten (PDF), dos economistas de la universidad alemana de Tubinga, tienen otro punto de vista. Sin negar que existan obstáculos coloniales al desarrollo, argumentan en un ingenioso trabajo que “también podría haber existido un legado adicional en las sociedades precoloniales para el éxito económico. Especialmente la baja inversión en capital humano del imperio Inca podría haber iniciado un proceso dependiente del camino hacia la agricultura, que no era intensiva en términos de capital humano en los próximos siglos”.

Para intentar medir el “capital humano” del imperio inca los autores han analizado distintos censos españoles y nativos a través de los cuales, aparentemente, sería posible evaluar indicadores importantes sobre la calidad del “capital humano”, como las capacidades para el razonamiento cuantitativo de los nativos americanos en comparación a los conquistadores. Por lo visto la edad de las personas que aparece en estos censos se puede emplear como un indicativo fiable de capital humano. La preferencia general por dígitos que son múltiplos de cinco, por ejemplo, sería un indicador de baja capacidad matemática.

De acuerdo con el análisis de estos censos y de otros registros nativos, particularmente los “quipus”, los autores estiman que la capacidad matemática de los incas precolombinos podría ser substantivamente inferior a la de los europeos de la misma época (hasta la mitad). A pesar de los logros culturales del imperio inca, estos resultados podrían ser consistentes con una sociedad fuertemente estratificada y desigualitaria antes de la llegada de los europeos, con la riqueza y la "cultura" científica concentrada en una pequeña élite. Este capital humano comparativamente bajo, junto con las “armas, gérmenes y acero” de los europeos explicaría por qué 168 soldados españoles lograron conquistar en su momento un imperio custodiado por 80.000 soldados.


Referencia: Juif, D. (2013) On the human capital of Inca Indios before and after the Spanish Conquest. Was there a precolonial legacy? 50(2), 227-241. DOI: 10.1016/j.eeh.2012.12.002

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