Motivos para ser escéptico... con la medicina ortodoxa

Aparentemente, hoy disponemos de las herramientas científicas y en especial del análisis estadístico preciso para diferenciar la buena de la mala medicina. Podemos averigüar si un tratamiento funciona diseñando pruebas controladas aleatorias capaces de aislar los sesgos del investigador, y distinguir así la eficacia terapéutica genuina de la eficacia basada en el placebo. Esta ciencia nos han llevado, como especie, a éxitos imposibles de negar en la mejora de la salud.

Sin embargo, durante siglos fue difícil averiguar la eficacia de un tratamiento médico, careciendo de buenos análisis estadísticos y de una teoría adecuada sobre cómo funciona el cuerpo. Mientras predominó el paradigma de Galeno, y los médicos ortodoxos prescribían rutinariamente sangrías con efectos nocivos, con el objetivo de equilibrar los presuntos "humores" del paciente, lo más razonable de hecho era recurrir a lo que hoy llamamos "medicina alternativa" o "medicina natural". El "Pensamiento mágico" era la opción más racional. Incluso la oración, o un exorcismo, podían ser más "eficaces" que un sangrado. Según el historiador de la ciencia James Hannam, cuyo libro contiene un interesante capítulo sobre el fracaso médico, "Probablemente el tratamiento médico más eficaz en la edad media era visitar el santuario de un santo." Es muy significativo que uno de los libros más importantes en historia de la medicina reciente tenga este título: Bad medicine: Doctors doing harm since Hippocrates (Oxford University Press, 2006).

Ben Goldrace, escritor científico y psiquiatra británico, con considerables dotes comunicativas, es autor de un libro sobre mala ciencia ortodoxa que ya se ha traducido al castellano: Mala ciencia. El problema de los falsos positivos, la dificultad de publicar réplicas negativas, no afecta sólo a la psicología y las indefensas ciencias humanas, o a áreas marginales de la ciencia, como la parapsicología. Afecta a ciencia ortodoxa que cuesta vidas, desde investigación del cáncer a los psicofármacos convencionales. Bad Pharma: How Drug Companies Mislead Doctors and Harm Patients sale a la venta estos días.

¿Medicina "basada en la ciencia"? ¡Ja!



ACTUALIZACIÓN (2-OCT-12): El porcentaje de artículos retractados a causa de fraude en ciencia biomédica se ha multiplicado por 10 desde 1975.

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