Ni Harvard puede permitírselo

Salón de lectura de la biblioteca jurídica de Harvard

La biblioteca de Harvard se ha visto obligada a publicar un memorandum en el que pone de manifiesto que no puede permitirse pagar las suscripciones a las publicaciones científicas. No es una señal del fin de los tiempos, es que el sistema de publicación de la ciencia se ha vuelto oficialmente "insostenible" para la principal universidad del mundo. En este documento, Harvard anima a sus investigadores para que publiquen sus trabajos en revistas "open access" (en EE.UU de hecho existe ya un proyecto de ley para que los trabajos científicos financiados con dinero público también sean de acceso público).

Sea que realmente no se lo pueden permitir, o una maniobra "desde EE.UU" para frenar el poder editorial europeo, más de 10.000 académicos ya se han unido a un boicot a Elsevier, para protestar contra sus precios exuberantes. Según The Guardian, la factura que las bibliotecas universitarias dedican a los grandes editores (Elsevier, Springer y Wiley) puede ascender a más de la mitad de sus presupuestos totales.

Realmente la exigencia de publicar en medios abiertos está pasando de ser una aspiración marginal y algo utópica, a ser una necesidad para hacer sostenible el sistema de publicación de la ciencia.

Si algunos de los mejores artículos científicos son "fiscalmente insostenibles" para Harvard, no hay que ser un lince para entender lo que pasa con universidades de menos postín, investigadores independientes o el público. Las políticas totalmente irracionales de las grandes publicaciones científicas ("Un año de suscripción a The Journal of Comparative Neurology cuesta lo mismo que 300 monografías") están haciendo que sólo queden dos opciones disponibles: picaresca o ignorancia.

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