Sin Amazon, se acabó lo que se daba

El inglés es el idioma de la ciencia en occidente. Los libros y las revistas de ciencia se publican en este idioma y para estar al corriente en cualquier rama del conocimiento es indispensable tener acceso a estas publicaciones, da igual que vivas en Wisconsin o en Bilbao. Estos hechos no admiten discusión, sólo hay que consultar el índice de impacto de Nature y Science.

Para las personas interesadas en la ciencia que vivimos en los países soleados del sur de Europa, resolver la crisis del Euro evitando que prosperen las tesis del nacionalismo y el proteccionismo económico, es un problema de supervivencia cultural. Me refiero a la cultura de la ciencia. Si no tenemos una moneda fuerte que nos permita seguir encontrando productos culturales en el mercado internacional a precios asequibles, no sólo nos despediremos virtualmente del iPad y del Kindle, también deberemos decir Adiós a la ciencia. Regresar a una moneda local devaluada supondría un retroceso de décadas para nuestro acceso a la cultura científica. ¿Os acordáis lo que era conseguir un libro extranjero en 1990, por ejemplo? Especialmente para los ciudadanos corrientes, y para el porvenir de blogs como éste, el colapso de la zona Euro sería el Apocalipsis.

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