Cārvāka: Los orígenes indios del naturalismo

Las imágenes populares más persistentes de India y oriente remiten todavía hoy al misticismo y los orígenes de la espiritualidad prístina. Mucho menos conocida que los Upanisads, el Bagavad Gita o el Dahmapada es la filosofía racionalista y atea de la antigua india: Cārvāka (del sánscrito चार्वाक, "de dulce lengua"), contemporánea con el amanecer del budismo (siglo VI a.C.) y tanto o más vieja que los primeros "filósofos" jónicos.

Los racionalistas indios que ahora reivindican esta tradición afirman en un manifiesto (Manifesto of the Charvaka Movement) que "no reconocen ningún conocimiento que no esté basado en la percepción sensorial y en la verificación física" y rechazan el conocimiento "conseguido mediante la intuición y el testimonio". Los seguidores modernos de Cārvāka rechazan también los rituales tradicionales de la religión india, cualquier tipo de sobrenaturalismo, los gurúes y la autoridad de las escrituras sagradas, y abrazan el racionalismo escéptico, el laicismo y la obediencia a las leyes civiles (afirman que "serán felices pagando los impuestos que le deben al gobierno").

Tanto los occidentales teístas, como los comentaristas indios tradicionales, han calificado y caricaturizado esta tradición como herética (nastika) y "materialista". Nada demasiado sorprendente. Es el mismo trato bronco y altanero que muchos teólogos han dispensado normalmente a la "tradición alternativa" (la de los increyenes, ateos y escépticos), por emplear el título de James Thrower.

La filosofía naturalista de la india ha sido recuperada por el filósofo bengalí Debiprasad Chattopadhyaya, autor del texto académico más autorizado hasta la fecha en torno a las fuentes de Cārvāka.

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