Claude Lévi-Strauss y la naturalización de las humanidades

No sólo ha desaparecido el gran antropólogo del siglo XX, sino el hombre que probablemente asentó las bases para la antropología científica del XXI.

Claude Lévi-Strauss conmovió realmente el humanismo beato al proponer el estudio de "estructuras" impredecibles desde el ámbito de la consciencia o del libre albedrío tradicional: "Yo trato de establecer, tomando la etnografía como punto de partida, en qué medida el espíritu humano no es libre". Tomando como punto de partida la neurociencia y las disciplinas evolucionistas, esta es una divisa permanente asumida hoy por muchos científicos sociales y que sigue siendo rechazada con el mismo viejo repertorio de prejuicios teológicos.

Porque Lévi-Strauss no sólo fué un promotor del "estructuralismo" y un discutido líder de la cultura francesa (a veces cuestionado por su forma tiránica de dominar la especialidad), también anticipó la antropología cognitiva, como defienden los que hoy podríamos considerar sus sucesores. Desde el Instituto Nicod y el Instituto Internacional de Cognición y Cultura, Dan Sperber reivindica una perspectiva naturalista que ya estaría incorporada en La Pensée Sauvage (1966), cuando se evoca la consiliencia de "la cultura en la naturaleza y finalmente (...) de la vida dentro de todas sus condiciones físico químicas".

Si es posible proponer hoy una "ontología naturalista" de las humanidades, tal vez tengamos que remontarnos hasta Lévi-Strauss.

(1908-2009)

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