COPE arremete contra Tercera Cultura

España llegó tarde a la revolución científica moderna. La primera institución pública similar a la Royal Society británica tuvo que esperar hasta el reinado de Isabel II, con la Real Academia de las Ciencias fundada en 1847. Cuenta Carlos Elías, en La razón estrangulada, que la corona de hecho se opuso durante los siglos XVII, XVIII y XIX a la constitución de una academia de ciencias (pero no a las de Lengua, Historia o Bellas Artes). En la vieja querella de nuestra de cultura las artes vencen a las ciencias: España es un país de artistas y de "sabios de portal", como los llamaba Zambrano.

La tradición de esta actitud contraria al empirismo y el naturalismo es justamente la que refleja un comentario que publica la web de la cadena COPE en su sección de "Cultura": Tercera Cultura, un caso de miopía. Si bien el artículo en realidad pertenece a la agencia de prensa de "perspectiva cristiana" Aceprensa.

Empleando un tono más bien rápido y desdeñoso (ni siquiera se proporciona un enlace al portal que critican, que es este), el autor del comentario reprocha desde el inicio nuestro pecado capital: cuestionar la religión: "La tercera cultura la toma en especial contra la religión, porque es ahí donde reside el secreto de su indisimulado odio". El autor parece molesto en particular con la Declaración de Aranjuez, cuyo contenido sin embargo ni se molesta en criticar, limitándose a señalar que "se roza el ridículo", como si pudiéramos dar el sentido de su juicio por sobreentendido.

Y prosigue criticando el desplazamiento favorable a la ciencia empírica que estimula la iniciativa de Brockman et al.:

La realidad, que nunca podrá será estudiada hasta sus últimas implicaciones, no tiene aristas rectas y rígidas, sino flecos. El racionalista no sabe qué hacer con ellos, pero el que posee el espíritu de finura ve en ellos los símbolos de algo más que lo inmediato; un algo más que se expresa tanto en el arte como en los primeros atisbos de la religión.

Tercera Cultura no es una "escuela" sino un entorno. TC, por ejemplo, carece de una postura monolítica sobre la religión. Nosotros miramos con interés y simpatía hacia aproximaciones naturalistas al estudio de la religión que han alcanzado algunas conclusiones favorables a ella, como es el caso de David Sloan Wilson o Justin Barrett. En conjunto, pensamos que no hay una metafísica a priori, y que no existe a priori ningún ámbito de la experiencia humana que deba sustraerse a la investigación empírica. Ni la moralidad o la vida humana, ni el origen del universo. Pensamos simplemente que la ignorancia no se llena con más ignorancia o con "flecos" ondulantemente misteriosos, sino con más conocimiento, estudio y conversación honesta. ¿Es éste un método tan peligroso y difícil de entender? Por eso Darwin tenía razón, efectivamente, cuando decía que "quien entienda al babuino hará más por la metafísica que Locke".

Siempre es triste ver al rancio dogmatismo de siempre autoproclamarse como la más profunda visión.

ACT. Mujer-pez.

Entradas populares de este blog

Animales superfluos

Razonad todo lo que queráis, pero obedeced