De vuelta a Descartes

La batalla más cruenta contra el naturalismo científico radica...en el problema mente-cerebro. Mario Beauregard, uno de los proponentes sobre "un nuevo paradigma" para la neurociencia, habla abiertamente sobre una "guerra cultural" contra los científicos que "creen que la mente es lo que hace el cerebro". Algunos reivindican ahora la figura del premio nobel John Eccles, que también creía en un aspecto "no material" de la mente humana.

Neurocientíficos como Beauregard o Schwartz (dos firmantes del manifiesto contra el darwinismo) [*] están en lo cierto al señalar que la aceptación de una causalidad "no materaial" implica un cambio de paradigma. En realidad, la oscilación hacia el cartesianismo no necesariamente conduce hacia alguna forma de animismo (el reconocimiento de un "alma inmaterial" o fantasma en la máquina), pero podría ser un importante requisito previo.

El "Proyecto Conciencia Humana" aporta "estudios científicos independientes" que informan sobre procesos de pensamiento y memoria bien estructurados en sujetos que han sufrido episodios cardiacos. Los dualistas interpretan los estudios postulando una rimbombante "conciencia de alto nivel" que tiene lugar "en ausencia de actividad cerebral medible". Sin embargo, que no haya sido realmente medida "actividad cerebral" hasta el momento no significa tajantemente que no exista ninguna. Éste salto teórico es el que exige un cambio paradigmático, con el peligro de que la neurociencia vaya deslizándose lentamente por una pendiente mágica y trascendentalista.

[*] Sólo hay un firmante español en la iniciativa del Discovery Institute. Eduardo Arroyo, biólogo forense de la universidad complutense.

ACT. Un excelente análisis del mismo tema en el blog Neurologica (y II). El "nuevo creacionismo", después del relativo fracaso en su ataque al evolucionismo (incluyendo derrotas judiciales) probablemente se centrará en la neurociencia.

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