Feliz día de Darwin
Ayer se celebró otro "Día de Darwin" con distintos eventos públicos en varios países, incluyendo España. Una fecha que engrosa algo así como un nuevo santoral laico, en el que también figuraría el "dia de Carl Sagan", de acuñación más reciente. Aparte de celebrar el éxito de las english ideas, lo que Israel (2001) llama "anglomania", el dia de Darwin es básicamente propaganda evolucionista orientada a subrayar la dicotomía entre creacionismo y evolucionismo. Se presenta a Darwin como un héroe racionalista, aliado en definitivas cuentas con las ideas progresistas, frente al "fundamentalismo" y el "negacionismo" retrógrado. Como si estos dos extremos fueran los únicos que dividen las posiciones "racionales" del resto.
En medio de los festejos los aspectos más "oscuros" de Darwin normalmente se relegan, o bien son excusados mediante distintas interpretaciones piadosas. Estos aspectos menos luminosos, siempre según la mentalidad "moderna", tienen que ver en esencia con la diversidad biológica humana. Un tabú actual que hubiera desconcertado a cualquier naturalista o antropólogo anterior a la escuela boasiana.
Darwin dedicó muchas páginas de El origen del hombre (1871), efectivamente, a hablar sobre la diversidad biológica basada en el sexo y las razas humanas. Distinguió entre "razas civilizadas" y "razas salvajes" y se dio cuenta de que las actitudes morales eran variables entre poblaciones ("distintos ejemplos podrán ofrecerse para probar la noble fidelidad de los salvajes hacia sí mismos, pero no hacia los extraños"; "muchos salvajes son indiferentes hacia el sufrimiento de los extraños, e incluso se deleitan en ellos"). Por otra parte, Darwin se inclinó a favor del monogenismo y la unidad de la especie humana.
Sus puntos de vista sobre las mujeres, en particular, representan una molestia que suele "explicarse" como subproducto de la cultura "victoriana". Como si no se tratara de opiniones surgidas simplemente del libre juicio:
Es evidente que Darwin hoy no podría exponer estos puntos de vista, equivocados o no, en la academia o la arena pública sin arriesgarse al vilipendio masivo. Tendría que dimitir como profesor o intentarían cerrarle el blog. Es más, sospecho que varios de los que celebran el "dia de Darwin" se pondrían ellos mismos al frente de las turbas.
En medio de los festejos los aspectos más "oscuros" de Darwin normalmente se relegan, o bien son excusados mediante distintas interpretaciones piadosas. Estos aspectos menos luminosos, siempre según la mentalidad "moderna", tienen que ver en esencia con la diversidad biológica humana. Un tabú actual que hubiera desconcertado a cualquier naturalista o antropólogo anterior a la escuela boasiana.
Darwin dedicó muchas páginas de El origen del hombre (1871), efectivamente, a hablar sobre la diversidad biológica basada en el sexo y las razas humanas. Distinguió entre "razas civilizadas" y "razas salvajes" y se dio cuenta de que las actitudes morales eran variables entre poblaciones ("distintos ejemplos podrán ofrecerse para probar la noble fidelidad de los salvajes hacia sí mismos, pero no hacia los extraños"; "muchos salvajes son indiferentes hacia el sufrimiento de los extraños, e incluso se deleitan en ellos"). Por otra parte, Darwin se inclinó a favor del monogenismo y la unidad de la especie humana.
Sus puntos de vista sobre las mujeres, en particular, representan una molestia que suele "explicarse" como subproducto de la cultura "victoriana". Como si no se tratara de opiniones surgidas simplemente del libre juicio:
Diferencias en las facultades mentales de los dos sexos
Con respecto a las diferencias de esta naturaleza entre hombre y mujer, es probable que la selección sexual hay jugado un papel importante. Soy consciente de que algunos escritores dudan de si existe una diferencia inherente, pero esto es lo menos probable desde la analogía de los animales inferiores que presentan otros caracteres sexuales secundarios. Nadie discutirá que el toro difiere en disposición de la vaca, el jabalí de la cerda, el caballo de la yegua, y como es bien conocido por los guardianes de zoológicos, los machos de los simios más grandes de las hembras. La mujer parece diferir del hombre en su disposición mental, fundamentalmente en su mayor grado de ternura y menor egoísmo, y esto sigue siendo cierto incluso entre los salvajes, como muestra un conocido pasaje de los viajes de Mungo Park, y otras afirmaciones de muchos otros viajeros. La mujer, debiéndose a sus instintos maternales, muestras esas cualidades hacia sus hijos en un grado eminente, y en consecuencia es probable que los extienda a menudo hacia las criaturas de sus compañeros. El hombre es el rival de otros hombres, se complace en la competición, y esto lleva a una ambición que se confunde fácilmente con el egoísmo. Estas cualidades parecen ser en él naturales y un desafortunado don de nacimiento. Se admite generalmente que en las mujeres los poderes de la intuición, de la percepción rápida y quizás de la imitación, están más marcados que en el hombre, pero al menos algunas de estas facultades son características de las razas inferiores y por tanto de un estado pasado e inferior de la civilización.
Es evidente que Darwin hoy no podría exponer estos puntos de vista, equivocados o no, en la academia o la arena pública sin arriesgarse al vilipendio masivo. Tendría que dimitir como profesor o intentarían cerrarle el blog. Es más, sospecho que varios de los que celebran el "dia de Darwin" se pondrían ellos mismos al frente de las turbas.