Seres humanos normales

El Holocausto es el ejemplo más exhaustivamente documentado de los estragos de la deshumanización. Su espanto traspasa los límites de la imaginación. Y aún así, fijarse en él puede resultar extañamente reconfortante. Es demasiado fácil imaginar que el Tercer Reich fue una aberración anómala, un tipo de locura de masas instigadas por un pequeño grupo de ideólogos trastornados que conspiraron para conseguir el poder político y conducir la nación a su voluntad. Alternativamente, es tentador imaginar que los alemanes eran (o son) un pueblo único por su crueldad y sed de sangre. Pero estos diagnósticos son peligrosamente erróneos. Lo que resulta más perturbador del fenómeno nazi no es que los nazis fueran locos o monstruos. Es que fueran seres humanos normales. 
David Livingston Smith, Less than human. Why we demean, enslave and exterminate others

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