Biología ideológica

Uno de los problemas con la ideología es que incentiva la estupidez incluso en personas normalmente inteligentes. Hace que la ignorancia no sea algo vergonzoso, sino agradable.

Qué otra explicación tiene que Naomi Wolf publique un libro en el que defiende que la dopamina es algo así como una hormona feminista, o se discuta en paneles "escépticos", como si fuera una cosa seria, si el cerebro del hombre es en realidad un cerebro femenino dañado por la testosterona. Esta es una de las primeras consecuencias tangibles de introducir los temas feministas en el "movimiento escéptico".

La biología feminista (¡Biología +!) es otro dramático caso de biología ideológica, como la "biología dialéctica" de la que hablaba, también muy en serio, Richard Lewontin.

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