El lado oscuro de la oxitocina

La oxitocina es una de las hormonas más “sexys” del mercado de la divulgación científica, debido al papel que desempeña en un variadísimo conjunto de conductas sociales: cuidado materno de los niños, cooperación social, ansiedad, confianza económica, miedo, diferencias sexuales, síndromes antisociales…

Sin embargo, la oxitocina no es exactamente una “molécula del amor”, y por desgracia los peores inconvenientes de vivir en sociedad no se van a poder resolver con sprays de esta hormona, tal como parecía inferirse de los primeros trabajos optimistas de los neuroeconomistas. El neurotransmisor de las caricias tiene su lado oscuro.

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