Cañizares y Zapatero “dialogan” en Ávila como buenos amigos

Lepanto, 1571

El cardinal Antonio Cañizares y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero han debatido esta mañana sobre "El humanismo del siglo XXI" en la universidad católica de Ávila. Este amistoso encuentro ha sido retransmitido en directo a través de Internet, y moderado por el director del diario La Razón, Francisco Maruhenda.

El debate, descrito como "intenso y respetuoso" por el redactor del periódico, no ha pasado de ser el intercambio habitual de tópicos almibarados y pomposos entre dos ideologías convergentes: la socialdemocracia multicultural y el catolicismo que reclama el llamado "diálogo interreligioso".

Lejos de mostrarse como un laicista radical o nada por el estilo, Zapatero ha sido incapaz de reclamar un papel positivo para los no creyentes en este debate ficticio (¿qué "diálogo" puede haber cuándo al menos uno de los contertulios ya conoce la "verdad" de antemano?), y no ha hecho frente a la afirmación de Cañizares de que la "creencia en la creación" es la condición de posibilidad del diálogo, un requisito que excluye a los ateos.

Tanto Zapatero como Cañizares se han mostrado como representantes arquetípicos de dos poderes débiles: por una parte la menguada Ilustración europea, la Europa laica acosada por la crisis de la deuda soberana y por la desintegración política, y por otra la propia iglesia católica, acosada por la secularización y rodeada por el islamismo. Es significativo que ante el alarmante ascenso de los regímenes islamistas, Cañizares sólo haya podido responder con un indefinido alegato pacifista "Si alcanzamos ese diálogo interreligioso en la cuenca del Mediterráneo habrá paz."

Si estas dos personalidades son representativas del estado de salud político y espiritual europeo, entonces el panorama es desolador. Qué lejos han quedado los tiempos del Requerimiento y de Lepanto.

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