Los artículos científicos no son sagrados

El sistema de publicación de la ciencia, tal como es definido por Bruno Maltrás Barba, es “el conjunto de elementos y pautas que sostienen, regulan y perpetúan el proceso por el que los investigadores hacen accesibles de modo “oficial” al resto de la comunidad científica sus pretensiones de contribuir al acervo científico”. El resultado de todo esto es lo que llamamos literatura científica, el conjunto de publicaciones que hacen de la ciencia una empresa colectiva. Se trata de un sistema que ha evolucionado en los últimos siglos, desde los antiguos intercambios a través de cartas y otros medios informales, para proteger la propiedad de los autores, evitando así el “robo filosófico” de nuevas ideas y descubrimientos, pero también para evitar que la información poco fiable se cuele en el “archivo de la ciencia”. La revisión por pares, en especial, que permite filtrar la información antes de que sea publicada, es un procedimiento en marcha desde la primera revista científica moderna, fundada por la Royal Society en 1665, Philosophical transactions.  
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