El mito de que las creencias no cuentan

Varios estudios recientes sugieren que los beneficios sociales de la religión proceden, no tanto de mantener unas creencias, sino del sentimiento de pertenencia a una comunidad y sus redes de amistad. Pero cuando se trata de justificar la religión, las creencias literales podrían jugar un papel más importante. Por lo menos esta es la conclusión a la que ha llegado Julian Baggini después de conocer las respuestas a una encuesta dirigida a creyentes practicantes en Bristol, Gran Bretaña:

La mayoría de los cristianos practicantes parecen creer que la doctrina ortodoxa tiene un valor bastante importante. Creen que Jesús es divino, no simplemente un ser humano excepcional, que su resurrección fue real, de tipo corpórea, que efectuó milagros que ningún humano podría haber hecho, que necesitó morir en la cruz para que sus pecados fueran perdonados, y que Jesús es la única via a la vida eterna. En muchos de estos temas, sólo una minoría se mostraba inseguro y sólo una pequeña minoría se mostraba activamente en desacuerdo. Del mismo modo, la principal razón por la que acudían a la iglesia no era para reflexionar, por encontrar una guia espiritual o para tomar parte en la comunidad, sino mayoritariamente para adorar a Dios.

Aunque el tamaño de la muestra en la encuesta no permite extraer grandes conclusiones, según Baggini los resultados realmente cuestionan la idea de que las creencias ortodoxas han dejado de ser  importantes. Al fin y al cabo, los "nuevos ateos" no estarían atacando un "hombre de paja" cuando centran sus críticas en los dogmas.

La idea de que la práctica religiosa precede a la teoría probablemente es cierta desde el punto de vista de la historia de las religiones, tal como documenta el volumen de Robert Bellah. Pero justo cuando nos situamos en las religiones "axiales" y modernas, la teoría, las creencias y los dogmas, claramente, cuentan.

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