La síndone de Turín y la “ciencia española”

No voy a repetir en este post los argumentos científicos y racionales que avalan la inautenticidad de la llamada "sábana santa", porque ya hay abundantes publicaciones e incluso sitios de internet que se encargan de hacerlo (Magonia, Skeptics Dictionary). Baste decir que el único estudio científico para datar la antigüedad de la reliquia se realizó de forma independiente por instituciones de Harvard, Arizona y Suiza en 1988, y concluyó que la pieza era probablemente una falsificación del siglo XI. Este trabajo ha sido discutido por detalles metodológicos, pero no ha sido replicado y en consecuencia permanece sin refutar.

Me interesa más mostrar la relación que la llamada "sindonología" (el estudio "científico" de la sábana santa, por así decir) podría tener con eso que Menéndez Pelayo llamó la "ciencia española". Aún reconociendo que "la ciencia es una y que la verdad no tiene patria" la española se distinguiría de acuerdo con el erudito cántabro por su entusiasta subordinación a la teología católica, en concordancia con el principio medieval: philosophia ancilla theologiae (la filosofía es esclava de la teología).

Este ideal acomodacionista no es una curiosidad histórica, puesto que ha influido en nuestras más altas instituciones científicas, incluyendo el mismo CSIC fundado tras la guerra civil como reacción ante la "krausista" Junta para la Ampliación de Investigaciones Científicas, y cuya misión original promovía una fervorosa "ciencia católica" compatible con "las ideas esenciales que han inspirado nuestro Glorioso Movimiento, en las que se conjugan las lecciones más puras de la tradición universal y católica con las exigencias de la modernidad".

La llamada sindonología es también un caso de "ciencia católica" que, pese a su afectada neutralidad científica, sólo se explica realmente cómo el intento de acomodar el dogma tradicional con la ciencia natural de nuestros tiempos. En cierto sentido, no deja de ser un reconocimiento tácito del prestigio de la ciencia, aún en los entornos más devotos, y como tal es un fenómeno de cierto interés. En nuestro país existe un Centro Español de Sindonología en el que, además de sumergirnos en el supuesto "enigma científico" del lienzo de Turín, y de otras pintorescas reliquias, podemos adquirir réplicas de la síndone por 480 euros.

Quizás la síndone sea realmente un "espejo del evangelio", aunque en un sentido muy diferente al que pensaba Juan Pablo II.

Francisco de Zurbarán, La santa faz (1660)

Crédito de la imagen: Wikimedia Commons. El cuadro de Zurbarán forma parte de la exposición permanente del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

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