El velo de Ana Pastor y la mantilla de María Jesús Figa

El velo de Ana Pastor ante el teócrata iraní Ahmadinejad fue "trending topic" en Twitter durante días y prácticamente una noticia de alcance mundial. No se puede decir que la mantilla negra de la embajadora española ante la "Santa sede" haya recibido la misma atención estos días, pese a que refleja la obsesión común de los teócratas por dirigirse a mujeres con la cabeza tapada. Para los españoles debe tratarse de una imagen tradicional que no despierta mayor sorpresa ni inconveniente. ¿Será verdad que el relativismo moral no es una posición tan estrafalaria?

Los años de Gonzalo Puente Ojea en Roma son, claramente, historia. A la vuelta de la rápida experiencia (1985-1987), Felipe Gonzalez dejó claro que "con la iglesia no se discute" y desde entonces todo sigue igual.

Ante Benedicto XVI, nuestra nueva embajadora en el Vaticano, Maria Jesús Figa, recordó las "raíces cristianas" de España, el principio de "laicidad positiva", y prometió seguir promoviendo "la cooperación de los poderes públicos con la Iglesia Católica en todos los ámbitos". También prometió colaborar fervorosamente en la "XXVI Jornada Mundial de la Juventud" que tendrá lugar este agosto en Madrid.

Vamos, lo típico de un gobierno socialista y anticlerical.

Imagen: Infocatólica

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