Fan Zhen (450-515)

Hay constancia de que la tradición racionalista se remonta en China hasta el periodo Ch'un Ch'iu iniciado nada menos que el siglo VIII a.C. y sobrevive sobre todo en las obras de sabios confuncianos, alcanzando quizás su punto culminante en Wang Ch'ung (27-110 d.C), conocido en occidente como el "Lucrecio chino". Fan Zhen (450-515), "el gran ateo", pertenece a esta tradición de escepticismo confunciano en un periodo tardío, contemporáneo de las llamadas "Dinastías del sur".

Atacando la creencia en la inmortalidad prevalente en su tiempo, Fan Zhen consideraba que "El espíritu es al cuerpo lo que el filo es al cuchillo. Nunca hemos oído que tras destruído el cuchillo, persista el filo" (Citado por Thrower). Su tratado más conocido, Sobre la aniquilación del alma (507) (神滅論 en chino tradicional) mereció hasta 70 refutaciones por parte de los budistas después de que un decreto imperial del emperador Wu de Liang ordenase la crítica del tratado. El fracaso de los críticos, que no consiguieron refutar el tratado, precipitó el exilio de Fan Zhen acusado de herejía. El comentario de Holbach sobre la persecución secular de los racionalistas vuelve a aplicarse perfectamente a la historia.

Parece que también se opuso a la ley del Karma como justificación de la existencia de ricos y pobres.

En el mismo Bhagavad-gītā, uno de los pilares de la ortodoxia hindú, existiría una mención a las ideas de Fan Zhen y los antiguos escépticos chinos e indios: "Algunos imaginan al Ser como algo asombroso, otros lo describen como algo asombroso y otros oyen hablar de él como algo asombroso. Pero la mayoría, aunque oiga hablar sobre él, no lo comprende", en cierto modo paralelo al salmo bíblico: "Dice el insensato en su corazón: ¡No hay Dios!".

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