La filosofía experimental y el problema del libre albedrío

La filosofía experimental, en su sentido más reciente, es un proyecto que intenta emplear las técnicas de las ciencias sociales para estudiar las bases psicológicas de los problemas filosóficos tradicionales. Y a la revista Science la tentativa debe parecerle lo bastante consistente como para publicar en uno de sus últimos números un trabajo de Shaun Nichols (departamento de filosofía de la universidad de Arizona).

Según Nichols el problema de la relación entre el libre albedrío y el sentido de la responsabilidad moral no es un tema de filosofía o teología sofisticada, sino que arraigaría en la psicología común y en consecuencia podría ser estudiado adecuadamente empleando métodos experimentales. En concreto, este problema surgiría a partir de dos intuiciones en conflicto: la idea de un universo determinista, donde no hay más que una cadena de acontecimientos causales, y la intuición de que tomamos decisiones "líbremente" sin estar determinados por la misma cadena causal. Esta intuición incompatibilista ya aparecería en niños de sólo 5 años que rechazan las explicaciones deterministas cuando implican decisiones humanas. Estudios en distintas culturas evidenciarían además que estas creencias están tan extendidas como para sustentar un "universal humano".

Los filósofos experimentales han mostrado que las personas poseen de hecho ideas conflictivas sobre el problema de la responsabilidad moral y el libre albedrío, de un modo sorprendentemente paralelo al de los filósofos académicos. Pero los estudios han descubierto sobre el terreno algo más interesante sobre la psicología subyacente de la libertad: el hecho de que las personas tienden a ofrecer explicaciones compatibilistas (entre el libre albedrío y la responsabilidad moral) cuando se les presentan ejemplos morales concretos y cargados con gran significado emocional. Es decir, las personas tienden a considerar que la responsabilidad moral es incompatible con el determinismo cuando se les presenta la idea de un universo determinista abstracto, pero si se les presenta un caso concreto (como un asesinato o una violación) tienden a mantener que las personas son moralmente responsables a pesar de vivir en un universo determinista.

Una explicación para esta discrepancia es simplemente que la presentación abstracta del problema representa la visión psicológica del sentido común. Pero una explicación alternativa es que las personas no comprenden la naturaleza verdadera del determinismo, al suponer que un universo causalmente cerrado implicaría que las decisiones no son causadas por procesos psicológicos. En realidad, la idea del universo determinista no elimina los procesos psicológicos en sí y es consistente en principio con la idea de que la acción moral es causada por procesos psicológicos.

Nichols considera que, eventualmente, la filosofía experimental del libre albedrío podría contribuir a la resolución progresiva del problema, al identificar sus bases psicológicas así como posibles errores o sesgos cognitivos que nublan una discusión milenaria.



ResearchBlogging.org Nichols S (2011). Experimental philosophy and the problem of free will. Science (New York, N.Y.), 331 (6023), 1401-3 PMID: 21415346

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