El pulpo Paul, la cognición y la cultura

Dan Sperber explica qué hay de interesante en la expectación popular y mediática en torno al "pulpo Paul":
Existen buenas razones, desde el punto de vista de la cognición y la cultura, para estar impresionados con el interés ganerado por las "predicciones" de Paul. La falacia implicada podría surgir en la cognición ordinaria y más aún en la transmisión cultural.  Posiblemente estamos inclinados a prestar intención a eventos que presentan patrones contra nuestras expectativas. Si lanzamos una moneda al aire y nos sale cruz ocho veces consecutivas nos llama más la atención que una serie, digamos, de cara-cara-cruz-cara-cara-cruz-cara-cara. Aunque las dos series son igual de improbables, solo la primera posee un patrón noticiable que hace que nos fijemos en ella a causa de su improbabilidad. Estamos inclinados a suponer que los patrones regulares poseen una explicación relevante (una explicación relevante es una que explica mucho con relativamente pocos supuestos, un ratio de buen esfuerzo-efecto). Cuanto menos podemos explicar un patrón regular, más tendemos, ceteris paribus, a ver su acaecimiento como altamente improbable y su explicación como relevante. (Incidentalmente, esto está lejos de ser un supuesto absurdo.) Los patrones increíblemente improbables también nos proporcionan un tema relavante de conversación. En consecuencia, la falacia del acusador resulta reforzada a través de la comunicación (o, demostrablemente, origina la comunicación). Como resultado, una variedad de "supersticiones" parecen beneficiarse a través de la transmisión cultural de evidencias.

De hecho, parecidos mecanismos cognitivos que explican el interés por el "oráculo" Paul explicarían también por qué evolucionan en general las creencias erróneas, las religiones, las historias de milagros o el periodismo de "misterios", y, en general, por qué son más atractivas las explicaciones pseudocientíficas y las historias asombrosas.

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