Cuando las madres matan

No hay duda de que el “instinto maternal” es un distinguido mito de nuestra cultura judeocristiana. Pero al estudiar la naturaleza humana de un modo menos metafísico, dos hechos desconciertan. En primer lugar, las madres humanas se comportan de un modo bastante variable y algunas no parecen mostrar una gran preocupación por el bienestar (y a veces por la vida) de los hijos. En segundo lugar, el instinto materno no es una invención humana o un regalo de lo alto, sino que se encuentra entre esa constelación de valores familiares emergentes de la clase mamífera.

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