¿Es posible una teología naturalista?

Mordecai Kaplan (1881-1983) es el fundador del Judaísmo Reconstruccionista, un movimiento crítico con el judaísmo conservador en los límites del liberalismo que se proponía reconciliar la fe judía con el pensamiento moderno. La teología natural de Kaplan se ha comparado con el naturalismo de John Dewey y, como en el caso de otros "judíos materialistas", de Maimónides a Spinoza, cabe preguntarse por el impacto del naturalismo en la comunidad religiosa.

Para Kaplan "creer en Dios significa estar cierto de que el destino del hombre consiste en elevarse sobre los brutos y en eliminar todas las formas de violencia y explotación de la sociedad humana". Esta postura representa casi un humanismo secular, si bien Kaplan consideraba que Dios era una realidad ontológica, al margen de los pensamientos humanos, por lo que no suscribía la tradición del ateísmo a la Feuerbach o Marx. A pesar de criticar el antropomorfismo del Dios personal, por otra parte típico de cristianismo, Kaplan considera que Dios es "la suma de todos los procesos naturales que permiten la realización del ser humano".

Kaplan no es el primer judío en oscilar hacia el naturalismo (también se pueden encontrar ejemplos similares en el Islam, sobre todo antes del siglo XII), pues Maimonides, Spinoza o Mendelssohn ya se habían ubicado en una tradición racionalista que estaba muy cerca del materialismo: la ilustración judía o Haskalá (השכלה). Debido a su crítica radical de la revelación y de la Torá, Spinoza -el "marrano de la razón" como lo llamó Yirmuyahu Yovel- se ganó incluso un decreto de excomunión muy sonado: "El Señor borrará su nombre bajo los cielos y lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno con todas las maldiciones del cielo escritas en el Libro de la Ley." También el racionalismo de Maimónides se vió con tradicional recelo dentro de las comunidades judías ortodoxas, precisamente por sus tendencias naturalistas y librepensadoras, de acuerdo con Paul Johnson, aunque a diferencia de Moises Mendehlsson éste no prescindió de la revelación. Incluso el sionismo, adelantado por el mismo Spinoza según Gustavo Perednik (Tratado teológico-político: "Si el espíritu de la religión no debilitase a los judíos, creo que podrían muy bien, cuando se presentara ocasión favorable -tan mudables son las cosas humanas- reconstituir su país y ser entonces objeto de una segunda elección divina"), es un movimiento con componentes fuertemente "seculares" y nacionales que todavía agravian a algunos judíos ortodoxos.

La tensión entre filosofía y teología es característica en todas las religiones que han alcanzado un desarrollo literario e intelectual importante. En el ámbito cristiano, podemos mencionar la teología desmitologizadora de Bultmann, que también intentaba reconciliar la fe cristiana con el pensamiento moderno. Más próximamente, podríamos mencionar la polémica cristológica en el seno de los teólogos católicos españoles a raíz de un libro de Jose Antonio Pagola, con censura teológica incluída.

El problema de fondo es que las religiones no pueden reconciliarse tanto con el "pensamiento moderno" como para abrazar el materialismo científico, y que la teología natural suele estar a sólo un paso del ateísmo. Cualquier afirmación sobre la existencia de lo divino, sobre sus atributos o sobre sus relaciones con los seres humanos es susceptible de crear un conflicto con la ciencia, cuyo método se basa en las teorías bien fundamentadas y en la contrastación empírica. Sin embargo, las comunidades religiosas de tipo tradicional ejercen una atracción bastante irresisitble sobre los seres humanos y aún no se ha logrado realmente un sustituto secular compatible con la "visión científica del mundo", o eso parece. Últimamente tenemos también la neuroteología y otras ciencias cognitivas que nos están proporcionando nuevas e importantes explicaciones sobre el cerebro y la conducta religiosa, pero que están lejos de proporcionar una justificación a la teología natural.

Vía.

Entradas populares de este blog

Animales superfluos

Razonad todo lo que queráis, pero obedeced