El síndrome del verdadero creyente

Un nacionalista es un verdadero creyente: conoce el futuro -el destino- como un cristiano conoce qué ocurrirá en la consumación de los tiempos (Mateo 16:27, 24:26-28, Lucas 17:22-37, etcétera), y ningún hecho empírico puede servir jamás para obstaculizar esa convicción trascendental.

Por eso su partido estaba aquí hace un siglo y durará al menos otro, y "seguirá dirigiendo este país, sea desde donde sea": La astucia de la razón vasca.

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