Ibarreche no es Mr. Spock

De entre todos los arquetipos cinematográficos pocos se adaptan peor al lehendakari que el de Spock, pese al indudable parecido físico. En realidad, Mr. Spock representaba el arquetipo negativo del racionalista que es tan popular en la ciencia-ficción y en la cultura mediática masiva. Dejando aparte el débil vínculo que liga nacionalismo y racionalidad, a la luz de la neurociencia el caso del híbrido Spock ni siquiera parece viable. Es improbable que un individuo apático a tal punto lograra alcanzar el puesto de "primer oficial y oficial científico" de un ejército moderno. Si seguimos las hipótesis de Damasio y no la inercia del carnaval permanente, lo más probable es que el cortocircuito entre las áreas cerebrales relacionadas con la toma de decisiones y las emociones hubiera causado daños incompatibles con la vida social corriente, como en el clásico caso de Phineas Gage.

Mucho más interesante es estudiar la relación entre ser treki y abertzale, y en general entre la estética y la política. Al fin y al cabo el nacionalismo también es una especie de cosplay político que disfraza a la nación de tribu. Y lo que llaman Euskadi nunca ha dejado de ser, para muchos, una especie de nave estelar.

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