Espiritualismo radical

Stephen Hawking es recibido por Ratzinger en la Academia Pontificia de las Ciencias y algunos titulares destacan el rechazo papal del "evolucionismo radical". Es decir, del evolucionismo. Todos las tentativas de confraternización entre ciencia y religión dejan el mismo regusto amargo. Es la misma impresión que causa la (por otra parte muy apreciable) propuesta de Francisco J. Ayala (hace poco reseñado en Scientific American), según el cual Darwin había resuelto el problema de la teodicea. Un comentario de un "biólogo católico" de Bolonia, al parecer recordado esta semana por el Observatorio Romano, Fiorenzo Facchini, lo dejaba bastante claro ya en 2006:
El elemento espiritual presente en el hombre supone un "salto ontológico": "La naturaleza posee la potencialidad de acoger al espíritu según la voluntad de Dios creador, pero no puede producirlo de por sí".
La falacia de Wallace. Como escribía hace un tiempo Salvador Paniker, sería preciso dejar de buscar allí donde las fuentes están secas.

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