Aritmética divina
En el mundo moral el credo y el decálogo se dan la mano. Por eso quien enseña a creer enseña a amar y quien resta fe resta virtud. De lo que Dios enseña y manda nada se debe disminuir, no hay minuendo, nada se debe sustraer. No hay sutraendo. Es una suma que no admite resta.
Sobre la difícil convivencia de ciencia y religión.